
El verano del 69
y la revolución que no pudo ser televisada.
El Woodstock negro por fin en pantalla grande, 50 años después, gracias al documental “Summer of Soul”
En el Mount Morris Park de Harlem (Nueva York) se llevó a cabo un festival de música gratuito durante seis domingos en el verano de 1969. El documental “Summer of Soul” refleja lo que aconteció en ese evento y le da voz de nuevo a las grandes estrellas que se subieron al escenario.
El documental dirigido por Questlove, miembro del grupo, “The Roots”, enseña al mundo el gran acontecimiento que ha permanecido en la sombra mediática hasta hoy. Los registros de los shows estuvieron guardados durante 50 años, y no mucha gente recuerda lo sucedido pues rápidamente fue eclipsado por Woodstock, que se celebró a pocos kilómetros, el mismo verano del 69. Los conciertos fueron grabados por Hal Tulchin, director y productor, y las cintas quedaron archivadas.

A diferencia del festival de Woodstock en Bethel (Nueva York), que dio lugar a un documental ganador de un Óscar y a un doble álbum de la banda sonora que alcanzó el número uno, la serie de Harlem estaba destinada a quedar casi en la oscuridad. Hasta que durante la cuarentena que hemos vivido recientemente, Questlove se dedicó a rescatar lo que se vivió en el “Harlem Cultural Festival”.
El propio músico cuenta que dedicarse a esta tarea es lo que le mantuvo sano. Y como resultado tenemos un magnífico documental, galardonado por el “Festival de Sundance”.
“Black Woodstock” es como se denominó al evento durante mucho tiempo y ese iba a ser el título del Film, pero finalmente cambiaron el nombre por el de “Summer of Soul”, y el subtítulo: “o cuando la revolución no pudo ser televisada” es un guiño a la letra del poema-canción “The Revolution Will Not Be Televised”, de Gil Scott-Heron (conocido como el Dylan negro).
Are you ready black people?
La cinta recoge el descontento de la población negra en esa época. De hecho en ese mismo Festival se acordó que se dejaría de designar con la palabra “Negro” a los afroamericanos para llamarse “Black”. Y allí nació el nombre con el que deberían de sentirse orgullosos de ser quienes son.
Uno se pregunta porque ha permanecido en la sombra tan increíble tesoro y realmente hay un empeño en ello, ya que fue un evento muy reinvindicativo pese a haberse realizado sin prácticamente altercados.
En 1969, el hombre llegaba a la luna, precisamente cuando se celebraba el evento, pero la población negra no le daba importancia, ya que ¿para qué gastar dinero en conquistar nuevos mundos? Si el mundo en el que viven está destruido y con hambre.
Los asesinatos de Malcom X, Martin Luther King, los Kennedy que luchaban por los derechos de los negros, las tensiones raciales, los disturbios de Watts, la Guerra de Vietnam, el desamparo en las calles de los suburbios provocaron un clima de descontento en una clase negra que realmente vivía oprimida por el color de su piel.
Y es ahí, en medio de este Festival que Nina Simone se sube al escenario, con un mensaje que llama a la revolución. Concretamente el 17 de agosto la gran Eunice Kathleen Waymon, conocida por Nina Simone leyó el famoso poema incendiario de David Nelson, componente de “The Last Poets”, titulado,“ARE YOU READY, BLACK PEOPLE?” y decía así:
“¿Estás listo pueblo negro?
¿Estáis listos para convocar la ira de los dioses negros y la magia negra?
¿Para cumplir su mandato?
¿Estáis listos para hacer lo que sea necesario?
¿Estás listo, hombre negro?
¿Estás lista, mujer negra?
¿Estáis listos para matar si es necesario?
¿Estáis listos para aplastar cosas de blancos y quemar edificios?
¿Listos para construir cosas de negros?”
Si todavía te preguntas porque no vieron la luz las cintas, aquí tienes la respuesta. La señorita Simone llamaba a la lucha armada para combatir el racismo de un pueblo que seguía oprimido. Aquel encuentro tan importante para reivindicar el orgullo negro se perdió en la memoria colectiva y, tal y como ocurre con todo lo que no se puede ver en una pantalla, pasó al olvido. Hasta hoy.
¿Quién estaba detrás del Harlem Cultural Festival?
Tras del asesinato de Martin Luther King Jr. en 1968, la ira estalló en muchas ciudades de Estados Unidos. “Las autoridades de Nueva York permitieron que se celebrara este festival para que la gente tuviera algo que hacer» -afirma Questlove-.
Las razones por las que los funcionarios de la ciudad respaldaron el festival fue la esperanza de que su celebración evitara los disturbios en el aniversario del asesinato de King.
La seguridad del evento estuvo a cargo de los Panteras Negras y durante 6 domingos se empoderó el pueblo negro y también el latino. Aunque la policía de Nueva York estuvo presente para garantizar la seguridad de los conciertos, los organizadores solicitaron ayuda a los Panteras para proteger a los asistentes afroamericanos de la actuación policial.
El «Harlem Cultural Festival» empezó a gestarse en 1967, cuando Tony Lawrence, animador y cantante de discotecas de Nueva York, fue contratado por el Parks Department de la ciudad para organizar programas de verano en el barrio. Los políticos blancos con aspiraciones nacionales se sentían obligados a participar del festival, por eso el alcalde de Nueva York acudió al evento. Tony Lawrence, lo montó todo a base de puro carisma y habilidad comercial, además de un patrocinio que consiguió del café Maxwell House. Consiguió meterse en el bolsillo a los cabeza de cartel del Festival que incluso actuaron por menos de sus habituales cachés.
El Reverendo Jesse Jackson quien participó activamente en el Festival lo definió así: “El Festival era una forma de compensar el dolor que sentimos por lo de Martin Luther King . Los artistas trataron de expresar las tensiones de una época, un dolor inmenso y una alegría inmensa».

Tulchin grabó 40 horas de cintas. Toda su vida quiso sacarlas a la luz. En 2017 falleció, pero hoy gracias a Questlove podemos disfrutar de su legado.
El triunfo de la música
El cartel del evento gratuito que llegó a reunir más de 300.000 personas engloba estilos como el Gospel, el sonido Motown, el Soul, el Blues, el Funk y hasta la esencia latina representada por Ray Baretto.
Con tan sólo 19 años la maravilla de Stevie Wonder eclosionaba con un sonido funk. La película se abre con su solo de batería, que anuncia su nueva identidad, y que se clavó en el corazón de Questlove, a su vez, batería de The Roots.
Stevie anunció sobre el escenario la llegada del hombre a la luna el 20 de julio de aquel año, justo el “Día de la Motown”, en el que también actuaban Gladys Knight & the Pips. Sus palabras recibieron abucheos del público, a quienes aquel acontecimiento parecía no importarles en absoluto.
El Gospel tuvo su más viva encarnación con el dúo de la leyenda Mahalia Jackson y Mavis Staples, su pupila, cantando “Take My Hand, Precious Lord”.

La cantante Mavis Staples cuenta en una entrevista que Mahalia Jackson, bastante mayor en ese momento, no se encontraba bien ese día y le pidió que se uniera a ella y le ayudara en la voz, brindándonos una actuación épica, repleta de simbolismo.
Y es que la religión también se subió al escenario del Festival. Hay momentos de catarsis durante las interpretaciones de “O Happy Day” por The Edwin Hawkins Singers o “Help Me Jesus” por The Staple Singers.
El grupo The 5th Dimension que había quedado maravillado tras ver el musical Hair interpretó dos temas de la banda sonora del musical de una manera mágica. Por más que lo escucho “Let the Sunshine” me sigue poniendo la piel de gallina.
David Ruffin, que había dejado recientemente a los Temptations, brilló en el escenario, él solo con su gran éxito de Motown “My Girl”. Y entonó: «I’ve got a sweeter song than the birds in the trees». ¿Hay algo más bonito que esta letra? Creo que no…
Nina Simone irrumpe en la escena como una auténtica Reina Africana, se sienta al piano de cola y golpea las teclas con tanta fuerza que se ven saltar los músculos de sus brazos. La fuerza provocada por la rabia tras siglos de opresión, la supo manifestar e hizo llegar su mensaje para levantar al pueblo negro. Simone estaba hablando de una verdadera revolución, sin duda.
Hasta el último momento no se supo con certeza si subiría al escenario Sly & The Family Stone pero cuando finalmente sube, con el gran estilo de siempre y cantan un himno que busca la hermandad “I love ordinary people, yeah, yeah”, es otro de los momentos estelares. El grupo también actúo en Woodstock. La audiencia tuvo que aceptar gradualmente que un batería blanco “lo petase”.
Por último cabe destacar la representación de la comunidad latina, también muy presente en los barrios. Ray Barretto y Mongo Santamaría traen el ritmo de la fusión latina con su increíble percusión.
En el documental se recoge la actuación del gran B.B. King representando al Blues más puro y genuino.
Cabe destacar la estética de cada uno de los grupos en cuanto a ropa, peinados, puesta en escena, una verdadera explosión visual.





Grandes ausentes
Entre todos los nombres del Festival hay una ausencia muy llamativa, y es la de Jimi Hendrix, uno de los artistas negros más relevantes del momento, no actuó en el Harlem Cultural Festival pero sí lo hizo en Woodstock. Pero no porque no quisiera sino porque: ¡fue rechazado! Los organizadores del evento pensaron que podría ser demasiado radical para el público de Harlem…No sabían lo que se traía Simone entre manos, supongo…
Se echaron en falta a Aretha Franklin o el mismísimo James Brown entre los artistas, aún así el evento fue catártico de la historia de aquellos días y hoy por fin llega a nosotros con este fantástico documental por el novel Questlove en estos menesteres. Solo tras la muerte de Tulchin, en 2017, se logró adquirir aquel legado de unas 50 horas de filmaciones, que corrían el peligro real de terminar en la basura.
“La revolución, sí será televisada”
La historia no cesa de repetirse ante nuestros ojos, y es gracias a Questlove que podemos disfrutar no sólo de la música sino de parte de la historia que quisieron soterrar. El documental muestra uno de los casos más sangrantes de borrado de la historia afroamericana en Estados Unidos.
¿Hemos regresado al punto de partida, con los mismos disturbios, protestas, tiroteos e injusticias? -se cuestionó el músico mientras realizaba el film-. Refiriéndose a los altercados recientes a causa de la muerte de George Floyd y tantos otros.
Es triste pensar que después de 50 años el racismo siga latente de una manera tan virulenta en la sociedad americana, y tantas otras sociedades, y que pese a la supuesta evolución de la misma, se siga juzgando a las personas por su piel. El «Harlem Cultural Festival» nos enseñó que hay algo más grande y universal que hermana a las razas y es la música.
“El poder sanador de la música en tiempos revueltos, tanto pasados como presentes», dice Questlove sobre un legado imborrable, gracias en parte a él.
La música negra es el origen de prácticamente todo lo que escuchamos hoy día y sin embargo, sigue siendo una gran desconocida. Después de todo este spoiler, si no has visto el documental aún, te invito a que lo hagas y…
¡Qué disfrutes del show!
Escrito por: Irene Fernández
